El MIA-Pinto, como es bien sabido, es un partido de ámbito local y no concurre a las
Elecciones al Parlamento Europeo; de todos modos, pensamos que es importante
expresar nuestra opinión con respecto a la próxima cita electoral, y la concretamos en
los siguientes puntos que esperamos sirvan para animar la reflexión y el debate y para
profundizar en la unidad de la izquierda:
1) Coincidimos con la opinión de la mayoría de la ciudadanía, que no concede gran
importancia a estas elecciones debido a la ausencia de democracia en la construcción
europea y a la falta de funciones ejecutivas del propio Parlamento Europeo. Ello no es
óbice para que consideremos el ámbito europeo como decisivo para la actividad política
y la resolución de los problemas de nuestro país. La construcción de una Europa
verdaderamente democrática y más igualitaria debe ser uno de los objetivos
fundamentales de la izquierda transformadora.
2) Pensamos que no es bueno que la izquierda se presente a cualquier tipo de contienda
electoral divida en mil pedazos. El terrible sufrimiento al que están siendo sometidas las
capas más desfavorecidas de la sociedad, y las que hasta ahora eran falsamente
consideradas como capas medias, exige una respuesta unitaria a la altura de la agresión. No es momento para la división ni para que primen intereses personales.
Al mismo
tiempo, entendemos que los procesos unitarios tienen que construirse a través de la
coincidencia programática y no de la negociación de los puestos en las listas. En este
sentido la fuerza mayoritaria en el campo de la izquierda transformadora, IU, debería
abordar una profunda reflexión sobre la democracia interna, la renovación en los cargos
y la importancia de construirse en y con la sociedad.
3) Creemos que estas elecciones se vuelven a abordar en clave interna, y esto es una
importante rémora para abordar los debates fundamentales: la Unión Europea y el Euro.
Sin duda nos vamos a encontrar con un bombardeo de consignas “europeístas” sin
demasiado contenido por parte de los principales partidos que defienden el actual modelo
de construcción neoliberal, PP, PSOE y UPyD.
No estaría de más recordar a todos estos
partidos que confundir el concepto Europa con la Unión Europea es un error de bulto y
que el europeísmo no es algo bueno “per se”, sino que su bondad solo vendrá dada en
función del bienestar que pueda proporcionar al conjunto de los ciudadanos que
integramos Europa.
4) Estamos convencidos de que es necesario advertir que el barniz izquierdista o “más
social” del que se va a tratar de revestir el PSOE no es más que una maniobra táctica y
coyuntural. El grado de acuerdo en las instituciones europeas entre “socialistas” y
conservadores es casi total, en Europa votan en el mismo sentido el 73% de las veces, y
resulta extraordinariamente paradójico que los mismos que gobiernan con Merckel en
Alemania, cuando podían haber elegido gobernar con la izquierda y han decidido
rechazar esta opción, sean los que critican sus políticas en Europa y pretendan
presentarse como la alternativa. Esta falta de coherencia y estas ya conocidascontradicciones son ya demasiado habituales como para no calificarlas de patológicas.
De todos modos, no albergamos ningún tipo de esperanza en el abandono del social-
liberalismo y el retorno a postulados socialdemócratas.
5) Debemos tener muy en cuenta que la falta de un debate profundo sobre la
construcción europea y sobre la moneda única afecta también a los programas de casi
todas las opciones de izquierda que se presentan a estas elecciones. Sólo podemos
encontrar estas cuestiones en opciones con casi nula posibilidad de obtener
representación o en varias interesantes campañas impulsadas por organizaciones que no
concurren a las elecciones.
Nos parece una carencia muy grave y que debe solventarse lo
antes posible. Pensamos que en algunos casos esto ha sucedido por un cierto miedo a
presentar propuestas muy radicales, o en otros por la falta de tiempo para el debate. Tal
vez las coyunturas vuelven a hacer que los temas importantes se queden encima de la
mesa o no se debatan con la debida profundidad. Creemos que era imprescindible que
desde la izquierda, si no plantear la salida de España del euro, si al menos se debería
haber suscitado el debate sobre esta cuestión y sobre la viabilidad de la continuidad de
nuestro país en el marco de la Unión Europea. Debemos perder el miedo a decirle la
verdad a la gente.
6) Una vez expresadas nuestras objeciones tanto sobre la cuestión programática como en
cuanto a la falta de unidad, queremos manifestar que candidaturas como IU, Podemos o
Primavera Europa (Equo) son buenas opciones para el voto sin por ello despreciar otras
del ámbito de la izquierda que cuentan con menos posibilidades de obtener
representación. A partir de este momento lo que debe imponerse es la reflexión, el inicio
de procesos unitarios y la construcción social.
Un eventual buen resultado de alguna o
varias de las candidaturas de izquierda en estas elecciones no puede quedar supeditado a
las coyunturas electorales o al mayor o menor desprestigio del bipartidismo. Una fuerza
de izquierdas a la altura de las circunstancias solo será posible si cuenta con una base
social amplia y sólida, y si ha sido construida de un modo democrático.
7) Queremos trasladar esta reflexión tanto al ámbito estatal como al autonómico, y por
supuesto a nuestra área de actuación, la política local. Para las próximas elecciones
locales en Pinto no existe otra alternativa que la unidad de todos los sujetos que se
reclamen de la izquierda transformadora. Estamos convencidos de que, salvo en el
complicado caso de IU-Pinto, no será difícil llegar a acuerdos en ese sentido.
El buen
resultado obtenido por el MIA-Pinto en las elecciones de 2011 o la ilusión que ha
suscitado el proyecto de Podemos en numerosos activistas sociales y políticos debería
llamar a la reflexión a la dirección de IU y, a nuestro juicio, provocar cambios profundos
en el modo de hacer las cosas. Parece evidente que los ciudadanos piden una auténtica
democracia, representantes políticos que actúen de un modo ejemplar y más construcción
desde abajo. En este sentido también queremos subrayar que nos parece muy interesante
el proyecto de participación local que está impulsando Marea Democrática.
8) Las condiciones de posibilidad para este tipo de acuerdos y para la convergencia
necesaria son muy sencillas: resulta imprescindible que los partidos y grupos implicados
en estos procesos tengan muy claro que los intereses del conjunto del movimiento están
siempre por encima de las siglas o de los intereses personales o de partido, que la
exigencia de más democracia se hace cada vez más tumultuosa, que debemos entenderla democracia como la ampliación de los espacios de participación hasta el mayor límite
posible y que las organizaciones políticas deben participar en los movimientos sociales
sin pretender sustituirlos o manejarlos para sus propios fines.
Coincidimos con otros
análisis en que la importante fuerza regeneradora que supuso el 15M no puede ser
desaprovechada, pero el 15M no es ni debe ser patrimonio de nadie. Su impulso
democrático y su importante fuerza militante deberán ir acumulando experiencias y
construyendo sus propios instrumentos de intervención.
Pinto, a 9 de Mayo de 2014.
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