La causa se debe al despido de cuatro trabajadores de la plantilla de personal
laboral del Ayuntamiento de Pinto efectuado mediante un decreto de alcaldía
firmado por la sra. Rabaneda saltándose todas las normas habidas y por haber
sobre legislación laboral y sobre normas de conducta y formas de ser.
Se han argumentado en algunas informaciones reestructuraciones o procesos
organizativos como causa de los despidos. Es una auténtica mentira: En la participación
de la Plataforma en la Mesa de Empleo nunca se ha informado de esos temas, ni la
propia Concejala de Empleo ni nadie perteneciente al actual gobierno municipal ha
manifestado en la propia mesa procesos organizativos y menos que fueran a significar
despidos de trabajadores municipales.
La gravedad de los hechos constatados va más lejos, la propia alcaldesa ha utilizado
el método del decreto saltándose las normativas y las formas más elementales: el
diálogo, la defensa, la información a los representantes, etc., demostrando una mala
fe indigna de una persona con responsabilidades y que debe tener entre sus cualidades
la flexibilidad, el diálogo y el consenso. Malos aires en Pinto corren cuando la propia
mandataria carece de esas cualidades como lo demuestra el “decretazo” citado.
Por todo ello y respetando a cualquier asociación pinteña y al trabajo encomiable que
desempeña cada una en su ámbito, esta Plataforma, teniendo unos fines muy claros de
búsqueda y creación de empleo, no precisamente de destrucción de puestos de trabajo,
no pudiendo ser insensible a lo ocurrido, ha decidido no acudir al acto del II Día de las
Asociaciones.
Por otro lado, el PP de Pinto miente, se mofa y falta al respeto despidiendo a sus
propios trabajadores municipales, no conserva, al contrario, destruye puestos de trabajo
aduciendo razones inexistentes, con lo cual demuestra que uno de los grupos de trabajo,
es decir, la Mesa de Empleo, es una auténtica “basura”, por lo que esta Plataforma no
volverá a acudir a la citada mesa.
Y si hay que hacer una reestructuración el sentido común impone lo que es más
de justicia pero que para ello hay que tener, como se suele decir, en castellano,
“huevos” para hacerlo: empezar con los cargos de confianza puestos a dedo por
decisión unilateral del partido. Existe, en todo caso, lo que se llama promoción interna,
reclasificación, traslados, etc., en fin, cosas de esas que suponen soluciones. Prefieren,
sin embargo, el dolor de los trabajadores y de sus familias, así de claro. El “diálogo” en
su máxima expresión. ¡Qué vergüenza!
Pinto, a 27 de Mayo de 2014.
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