miércoles, 10 de abril de 2013

MIA Pinto: "14 de abril. República y Soberanía Popular para el Siglo XXI"

Este año encaramos la conmemoración de la proclamación de la Segunda República Española en un momento de especial gravedad para la situación de los trabajadores y las clases populares. La política de recortes, la demolición del estado social, el estrepitoso fracaso de la reforma laboral, y la cada vez más evidente subordinación a los dictados de la Troika están suponiendo un proceso acelerado de precarización y empobrecimiento, y, al mismo tiempo, de rechazo popular del actual modelo político, económico y social.

Cada vez se nos muestra con mayor crudeza que estamos frente a una crisis sistémica y frente a una crisis irresoluble del modelo de “democracia otorgada” instaurado a partir de la Transición. Esta crisis se está viendo agravada por los múltiples escándalos que están salpicando a eso que hemos dado en llamar “clase política”. Dentro de ese clima irrespirable de corrupción está resultando especialmente significativa la relación con el tráfico de influencias y con oscuras operaciones económicas de significados miembros de la Casa Real. El espacio para operaciones de autolegitimación, como probablemente fue el 23F, es ahora bastante más reducido. La marea propagandística de los medios en favor de la abdicación no es más que una cortina de humo que pretende perpetuar una monarquía que nunca tuvo razón de ser.

Se hace imprescindible un proceso constituyente, y pensamos que resulta más necesaria que nunca la recuperación de la soberanía por parte del pueblo. Frente a discursos antipolíticos y oportunistas, debemos recordar que la “maldad” de los políticos sólo se podrá superar mediante la intervención masiva y organizada de los ciudadanos en su autogobierno, o lo que es lo mismo, en la política. La democracia no entendida como algo estático, sino como un movimiento popular destinado a cambiar las cosas está calando día a día en capas más amplias de la ciudadanía.

Nosotros no entendemos la lucha por la República como un proceso “gatopardista” en el que sólo cambie el modelo de estado y todo cambie para que no cambie nada sustancial. La historia de nuestro país confiere un especial potencial emancipador al concepto República, pero no debemos quedarnos sólo en eso, sino que es necesario abordar un proceso constituyente, con amplia participación popular, que basado en los tradicionales valores republicanos y populares: Libertad, Igualdad y Fraternidad, sea capaz de construir una nueva cultura política democrática.

De igual modo que hay considerar la especial carga liberadora que tiene en nuestro país la aspiración republicana, debemos ser conscientes de que la Guerra Civil y el franquismo supusieron un auténtico genocidio organizado de la voluntad popular, un proceso perfectamente planificado de aniquilación física y de aniquilación de la cultura popular y de las tradiciones de lucha. Con el fin del franquismo no asistimos a un proceso constituyente real, sino que las mismas élites siguieron conservando su poder económico y político a cambio de consentir una democracia muy limitada y cerrada a la participación popular.

En este sentido, es para nosotros muy importante la cuestión de la memoria histórica. No podemos quedarnos, aunque también sea fundamental, en la localización o el homenaje a las víctimas, es imprescindible que luchemos contra esa suerte de revisionismo histórico que pretende equiparar a unas víctimas con las otras, y que olvida que las víctimas que eligieron el bando que se levantó contra su pueblo e implantó a sangre y fuego una feroz dictadura, han tenido ya más de cuarenta años de exaltación y homenaje. No es lo mismo, por ejemplo, un militar que defiende a su pueblo, que un militar golpista, traidor y felón. Luchar por la memoriahistórica supone pelear por la verdad, demostrar quién estaba del lado del pueblo y quién pretendía sojuzgarle y aniquilarle; es, en definitiva, defender la memoria de los demócratas.

Estamos seguros de que no es posible un cambio social sin un profundo cambio cultural. Y ése es el tipo de cambio que para nosotros se encarna en la lucha por la República. La fundación de una República necesita de ese proceso constituyente previo de creación de una cultura popular alternativa. Estamos convencidos de que ese cambio está ya en marcha. Se trata de un proceso de acumulación de experiencias y de fuerzas que nos encontramos en cada lucha y en cada experimento organizativo popular, ya sean ateneos, centros cívicos, plataformas contra los desahucios, luchas por la sanidad o la educación públicas y otras múltiples experiencias populares.

Aunque un cambio profundo es apremiante, no existen atajos y sabemos que una República con unos valores distintos a los actuales, una República democrática, necesitará la intervención organizada del pueblo y de un proceso, ya en marcha, de aprendizaje y de acumulación de experiencias. Sin una efectiva intervención popular no será posible cambiar las cosas de raíz. No podríamos explicar la Segunda República Española sino se hubiesen dado los cientos de experiencias de lucha y de auto-organización que se desarrollaron, cuando menos, en los treinta años anteriores a su proclamación. En esa época de nuestra historia la mayoría de esas experiencias se realizaron a través de partidos y sindicatos y su red organizativa. Es muy posible que las formas de organización que culminen en la Tercera República sean distintas o más
plurales.

En estos momentos, en los que la subordinación a un proyecto europeo que no es tal, sino que se trata de un engaño cuyo objetivo es consolidar un polo imperialista dirigido por las oligarquías económicas, la recuperación de la soberanía se constituye en el objetivo principal. Para nosotros República significa que sea la política, dirigida por los ciudadanos, la que controle la economía. República es para nosotros que el ciudadano sea el único soberano, es recuperación de la soberanía nacional. República es, en definitiva, la alternativa a la crisis económica y moral que estamos sufriendo.

El Movimiento de Izquierda Alternativa celebra que haya cada vez un mayor número de colectivos que se sumen al movimiento republicano y llama a todos sus simpatizantes y militantes, y a todos aquellos ciudadanos que se consideran demócratas, a secundar los numerosos actos que van a tener lugar con ocasión de la conmemoración del octogésimo segundo aniversario de la proclamación de la Segunda República. Llamamos especialmente a participar en la manifestación que tendrá lugar el próximo 14 de Abril en Madrid, a las 12.30 horas entre la Plaza de Cibeles y la Puerta del Sol.

¡¡Viva la Tercera República!!



Pinto, a 10 de Abril de 2013.

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