A primeros de mes, la
Fiscalía General del Estado ha remitido a la Fiscalía de Medio
Ambiente la denuncia presentada el pasado 15 de noviembre por la
Asociación de Vecinos de Morata de Tajuña contra la Comunidad de
Madrid, en la que esta Asociación solicita el cierre del
procedimiento de autorización ambiental integrada que ha solicitado
Portland Valderrivas para incinerar residuos en la fábrica “El
Alto”, sita en Morata de Tajuña. Asimismo, en la denuncia se
solicita que se advierta al órgano competente de la Comunidad de
Madrid de su obligación de cumplir con la legislación vigente en
diversas materias (prevención y control integrado de la
contaminación, residuos, participación pública y evaluación
ambiental), y que se advierta a la Fiscalía de Medio Ambiente de su
obligación de realizar un seguimiento de los procedimientos de
autorizaciones ambientales integradas y de personarse en ellos cuando
se observen irregularidades.
La Fábrica “El Alto”,
o cementera de Morata, inició su actividad en 1972 y en la
actualidad tiene una capacidad de producción en torno a los 3
millones de Tm de cemento al año. De acuerdo con el proyecto
presentado, se pretende sustituir una parte significativa de los
combustibles fósiles (no renovables) utilizados actualmente por
otros que reduzcan costes y contribuyan a la valorización de
residuos y a la reducción de emisiones de gases del efecto
invernadero.
Entre estos nuevos
combustibles se encuentran plásticos, lodos de depuradora,
neumáticos, vehículos fuera de uso, tejidos animales, etc.
La Asociación de Vecinos
denuncia que el proyecto contiene información que no es cierta, como
afirmar que las emisiones de los combustibles tradicionales son
iguales que las producidas por la incineración de residuos.
Además, temen que con la
disminución en la demanda de cemento provocada por la crisis
económica, la cementera acabe conviertiéndose en una incineradora
de residuos.
Los vecinos de Morata
tienen razones de peso para estar alarmados, ya que entre los
múltiples contaminantes emitidos por la combustión de este tipo de
combustibles, destacan los metales pesados, dioxinas y furanos.
Estos dos últimos,
dioxinas y furanos producidos en la incineración, son contaminantes
estables y persistentes (permanecen inalterados durante décadas en
suelos y aguas). Además, son solubles en grasas, por lo que tienen a
acumularse en el tejido adiposo, llegando a bioacumularse en la
cadena alimentaria humana y animal durante más de 14 años. Generan
toxicidad con dosis bajas, de tal manera que la Unión Europea
establece, como orientación para consumo humano, no rebasar
cantidades de dioxinas de 1 picogramo (billonésima parte de un
gramo) por kilo de peso corporal al día. Es importante prestar
atención a que son unos valores muy pequeños, y que están
referidos a una cantidad por día.
Las emisiones de estos
nuevos combustibles tienen un radio de alcance de entre 20 y 25 kms.
Con este radio de alcance, muchos terrenos del término municipal de
Pinto se verían afectados, y el casco urbano de Pinto se quedaría
muy cerca del radio de emisión. Por esta razón es importante que
todos los pinteños se informen sobre las consecuencias que tendría
para el municipio este cambio de combustible en la cementera de
Morata, y en el caso de que lo consideren oportuno, actúen en
consecuencia. Los siguientes enlaces pueden ayudarle:
Alberto Campos
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