Más PSOE para Pinto: "Tras la presión en la calle, el Gobierno da marcha atrás"

Es solo un paso, uno; pero muy importante. La Sanidad no se vende; se defiende. La marea blanca madrileña contra la privatización de seis hospitales públicos en la Comunidad de Madrid ( Infanta Cristina, Infanta Leonor, Infanta Sofía, Hospital del Henares, del Sureste y del Tajo), que suponía un cambio en el estatuto de los más de 5.000 trabajadores sanitarios y afectaba, se quiera o no reconocer, a 1,2 millones de madrileños, se despiertan con una realidad: somos más los que pensamos que una sociedad más justa y más igualitaria, es capaz de gestionar mejor su patrimonio público y en consecuencia, generar una mejor conciencia ciudadana y proporcionar mejores servicios públicos y cotas de bienestar.

Desde el Gobierno del Partido Popular de Madrid, son muchos los intentos de implantar un nuevo modelo liberal que no gusta a muchos y que desde luego, no merece casi nadie. En este caso ha sido la Justicia, máximo garante de nuestros derechos, quien se ha pronunciado.

La sección tercera de la sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha dictado un auto que frena en seco este proceso de privatización que era una auténtica barbaridad para los madrileños y madrileñas porque dejaba atrás a un buen número de profesionales altamente cualificados, a unas extraordinarias instalaciones y a la experiencia acumulada de un sistema sanitario que era considerado hasta hace muy poco, como uno de los mejores del mundo. Es patrimonio de todos los madrileños.

Esto ha provocado la dimisión fulminante del consejero de Sanidad, Javier Fernández Lasquetty, y el mutismo más absoluto del Presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, máximo propulsor de estas nuevas formas de actuar, nada dice, sobre lo que también resalta el auto del TSJM, acerca de las sospechas que existen de irregularidad en cuanto a los procesos de adjudicación de las empresas privadas, nada dice sobre la cercana cita para las Elecciones Europeas, nada dice tampoco sobre la opinión que esto le genera al resto del Partido Popular, qué opina el Gobierno de la Nación, ni tampoco sabemos lo que opina la Ministra de Sanidad, Ana Mato al respecto… mutismo.

Quizá una de las consecuencias más importantes de todo esto, aunque aún no seamos capaces de verlo con claridad, es la toma de conciencia de nuestra sociedad, puede pensarse que uniendo fuerzas, las cosas pueden cambiar. Si se puede.





Pinto, a a 30 de Enero de 2014.