Nos dirigimos a ustedes a través de esta carta para contestar al artículo firmado por Laura
Rodríguez en Zigzag y que recoge las descalificaciones de Agustín Alfaya hacia nos
otros.
En el artículo citado se recoge este comentario suyo, Agustín Alfaya, de la siguiente
manera: “Me han acusado de muchas cosas pero hasta ahora nunca de nazi. Es triste que
un movimiento en otra hora admirable como el 15M, en Pinto haya llegado a semejante
indigencia intelectual y moral y a convertirse en un movimiento ideológico marginal sin
conexión con el pueblo ni con la sociedad”.
Si lo que ustedes buscan es una respuesta cuando nos insultan con calificativos como
“indigencia intelectual y moral” y nos atribuyen afirmaciones que no hemos hecho, han
conseguido su objetivo y vamos a contestar con esta carta.
En su artículo de opinión, Agustín Alfaya, que provocó nuestra indignación, demostró no
conocer los sucesos que se produjeron, no valorando el acontecimiento que realmente suscitó
el enfado de la prensa escrita, de los canales de televisión, de las redes sociales, etc.
No fue la pintada nazi sino la actitud de la Alcaldesa de Pinto al permitir que se celebraran
los festejos con la misma. Imagínese usted que en esa plaza hubiera una familia judía con
sus hijos, ante la actitud de la Alcaldesa de Pinto hubieran tenido que abandonar el recinto
enojados, avergonzados y puede que hasta con miedo. Nos figuramos que usted habrá visto
las imágenes de la pintada nazi, sus grandes dimensiones y mostrando la esvástica, el retrato
de Hitler y la frase “Hitler tenía razón”.
En sus artículos no solo no demuestran sensibilidad alguna hacía los grupos que fueron
torturados y asesinados por el nazismo, buscando su exterminio, también revelan falta de rigor
intelectual.
Usted, Agustín Alfaya, afirma que hasta donde sabe no es delito “expresar cualquier opinión,
incluso la que afirma que un genocida como Hitler tenga razón”.
La Asociación de Fiscales
Progresistas “hasta donde sabe” considera, en su cuenta del twitter, que los sucesos son
lamentables y que en la actitud de la Alcaldesa puede haber indicio de delito.
Si hubiera consultado el Código Penal, antes de hacer afirmaciones tan graves, hubiera
comprobado que su artículo 607.2 considera delito la difusión por cualquier medio de ideas
o doctrinas que justifiquen los delitos de genocidio o que pretendan la rehabilitación de
regímenes o instituciones que amparen prácticas generadoras de los mismos; la pena prevista
para este delito es de uno a dos años de prisión.
También hubiera podido advertir que el artículo 501 tipifica como delito la provocación “a
la discriminación, al odio o a la violencia contra grupos o asociaciones, por motivos racistas,
antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, la
pertenencia de sus miembros a una etnia o raza, su origen nacional, su sexo, orientación
sexual, enfermedad o minusvalía”.
Estos delitos se castigan con la pena de prisión de uno a
tres años y multa de seis a doce meses.
Cuando alguien quiere violar derechos humanos, derechos fundamentales si lo prefieren,
lo hace en muchas ocasiones defendiendo la aplicación sin límite de alguno de ellos. Los
derechos no se aplican de manera absoluta, tienen que encontrar su límite en la colisión con
otros. Nuestros padres lo expresaban muy bien cuando nos decían que nuestros derechos
terminaban donde empezaban los de los otros.
Los Pinteños no podemos perdonar que la Alcaldesa permitiera que se celebrara el festejo con
una pintada que invitaba al genocidio y que amenazaba y humillaba a todos los grupos que
sufrieron el exterminio nazi por motivos racistas, antisemitas, religiosos, ideológicos, etc.
Una
autoridad pública no puede permitir que nadie sea humillado y amenazado de esa manera.
De la misma manera, es un absurdo horrible justificar la pintada, que viola el derecho a la
dignidad de las personas, entre otros derechos, con un mal entendido derecho de expresión,
como usted, Agustín Alfaya, hace en su artículo.
Finalmente usted, Agustín Alfaya, afirma que le calificamos de nazi cuando lo que decimos es
que justificó la pintada, entendemos que la diferencia entre lo uno y lo otro no requiere un
ejercicio intelectual fuera de su alcance y no vamos a dedicar más líneas a explicarle la misma.
No vamos a pedir una rectificación, porque creemos que es un ejercicio estéril, pero si le
rogamos que publique esta carta en respuesta a sus agravios.
Sin más consideraciones,
ASAMBLEA 15MPINTO.
Pinto, a 9 de Octubre de 2013.
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